¿Cómo saber si una VPN es confiable?

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¿Cómo saber si una VPN es confiable

Hoy en día, es fundamental analizar detenidamente cualquier software antes de descargarlo e instalarlo. En una web cada vez más hostil, es importante investigar a fondo las aplicaciones que pensamos utilizar. Las apps de seguridad ocupan el primer lugar entre las que requieren una verificación, ya que de ellas dependen la protección de nuestros dispositivos, nuestra privacidad y nuestros datos.

Dentro del ámbito de la seguridad personal, las aplicaciones de VPN son las que más deben ser inspeccionadas. La propiedad de la VPN, sus políticas, la solidez de su infraestructura y sus vínculos (si los hay) con gobiernos, agencias de seguridad u otras instituciones deben ser tenidos en cuenta. El número de apps de VPN ha crecido enormemente en la última década, lo que ha dificultado no solo elegir una entre tantas, sino también encontrar una opción independiente que puedas adquirir y usar a largo plazo. El exceso de opciones dificulta la toma de decisiones.

Puede parecer contradictorio tener que “auditar” un software de seguridad como una VPN, pero creemos que es preferible ser precavido y responsable con lo que instalas en tus dispositivos antes que convertirte en una víctima silenciosa de prácticas poco éticas. En la mayoría de los casos, no es un solo factor el que hace que una VPN no sea confiable, sino una combinación de señales de alerta que debes conocer antes de comprometerte.

Analizar una VPN no es fácil, ya que los proveedores rara vez hacen pública información clave sobre su propiedad o políticas. Incluso cuando la publican, los datos importantes suelen estar escondidos en la letra pequeña. Con este artículo, queremos facilitarte el proceso de verificación de antecedentes de cualquier VPN.

Cómo saber si una VPN es confiable: 4 criterios clave

Teniendo en cuenta las dificultades, aquí tienes una guía rápida para comprobar si una VPN es lo suficientemente confiable.

  1. Información sobre la propiedad

La propiedad de una VPN influye directamente en su nivel de confianza. Según un artículo de CNET publicado en 2022, muchas VPN populares están controladas por solo unas pocas empresas. Esto no significa necesariamente que compartir propietario sea algo negativo. Lo que destaca CNET es que la información sobre la propiedad y, por ende, las políticas de privacidad, pueden volverse opacas en estos casos.

Cuando varias apps pertenecen a la misma empresa, no puedes saber con certeza qué política aplicará una de ellas o qué normativas entrarán en juego si te ves envuelto en un conflicto como usuario. Este punto es especialmente importante para periodistas y activistas que dependen de las VPN para luchar contra la censura y expresar sus opiniones frente a gobiernos autoritarios.

Qué hacer: Entra en la web oficial de la VPN y busca quién la posee. Casi siempre hay un rastro que te permitirá descubrir qué entidad controla la app y, por tanto, tu privacidad. Luego, revisa los términos y condiciones y la política de privacidad. Si en la letra pequeña encuentras algo que contradice lo que pensabas o lo que la empresa te prometía en su publicidad, tómalo como una señal de alerta: esa VPN puede no ser de fiar.

  1. Suscripciones y políticas de divulgación

Una forma práctica de comprobar la fiabilidad de una VPN es seguir una estrategia en dos pasos. Primero, si no estás pagando por la VPN, lo más probable es que estés usando una aplicación poco confiable. Como ya hemos comentado anteriormente, las VPN gratuitas no son recomendables. Pueden hacer que tú y tus dispositivos seáis más vulnerables a ciberataques.

Segundo, incluso si pagas por la app, eso no garantiza su confiabilidad. Es fundamental analizar qué información divulga el proveedor. Si una empresa afirma tener una política de “no registros” (no-logs) para captar clientes, pero luego esconde una cláusula de registro en los términos y condiciones, estás ante publicidad engañosa. Aléjate de esas apps.

Qué hacer: Lee con atención los términos y condiciones y revisa las políticas antes de pagar.

  1. Colaboración con gobiernos

Algunos países tienen acuerdos para compartir información sobre los datos de sus ciudadanos. Este tipo de tratados, conocidos como alianzas Eyes, permiten la cooperación legal entre países en temas de vigilancia y privacidad. Por ejemplo, si un país solicita a una VPN registrada en otro país información sobre determinados usuarios, el proveedor podría estar obligado a entregar esos datos según su normativa interna.

Desde el punto de vista del usuario, esto representa un riesgo si la VPN que eliges está registrada en un país que forma parte de estas alianzas. Aunque no es sencillo encontrar un proveedor fuera de esas jurisdicciones, la mejor alternativa es optar por una VPN verdaderamente independiente.

Qué hacer: Busca proveedores de VPN independientes y con sede en países que no pertenezcan a las alianzas Eyes.

  1. Calidad del servicio

Por último, la calidad de la infraestructura del proveedor influye directamente en su nivel de confianza. El rendimiento de sus servidores, su base de usuarios y las herramientas de seguridad que utiliza para proteger su red y tus datos son factores clave a tener en cuenta.

Si bien no se puede comprobar la calidad de una VPN antes de contratarla, puedes basarte en opiniones de usuarios reales publicadas en sitios independientes. En lugar de guiarte por portales de reseñas o comparadores (que a menudo están patrocinados), busca valoraciones en redes sociales o secciones de comentarios. La información que encuentres allí suele ser más honesta y transparente.

Qué hacer: Si la VPN ofrece un período de prueba, úsalo para probar el servicio antes de suscribirte.

Comprobar si una VPN es confiable requiere cierta investigación. Si no puedes evaluar los cuatro factores anteriores, fíjate al menos en la apariencia de la web y la app. Si están descuidadas o usan lenguaje exagerado para promocionarse, es una señal para investigar más… o elegir otro proveedor.

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